Hay en la historia del cine un antes y un después de Alain Resnais, de cuyo nacimiento se cumplen cien años. No sólo la fusión de los tiempos del relato, donde pasado, presente y futuro se confunden, sino también la confianza en una comunicación en imágenes en base a una estructura musical, la intensidad de un mundo de sugerencias que parece provenir de la poesía, un sentido crítico de la Historia, todo en el cine de Resnais supera al viejo cine que casi siempre quería parecerse a la novela o al teatro. La revolución formal, conceptual y quizás ideológica del cine nuevo, de la nouvelle vague, que estalla a fines de los años cincuenta y comienzos de los sesenta, pasa por el cine de Resnais, un artista que mantiene con sus últimas obras, una actitud alerta y creativa como pocos. Amigo de toda la vida de Chris Marker, con quien coincidió en el antiguo IDHEC (la escuela de cine de París) y juntos corrieron aventuras artísticas paralelas, integrante del grupo de admiradores de los gatos junto con otros egresados y amigos (Agnés Varda, Henri Colpi), viudo de la única hija de André Malraux, Florence, compañero de Sabine Azéma, Resnais sigue siendo una sólida referencia del cine moderno como expresión artística. Con Les herbes folles (2009) fue el premio del Jurado y Premio Especial de Cannes, un festival que hace medio siglo descubría Hiroshima mon amour, su primer largo tras quince años de cortometrajista, sin contar su primera película, de 1936, cuando tenía catorce años, L ́aventure de Guy.
A diferencia del grupo de Cahiers du Cinema (Godard, Chabrol, Truffaut, Rohmer, Rivette, Kast, varios más) que saltaron al cine desde la crítica, Resnais lo hizo (como Franju, como Agnes Varda) desde el documental. El suyo fue, por lo menos al principio, un perfil más politizado (aunque nunca llegó a los extremismos que más tarde practicaría Godard, primero acusado de fascista, luego convertido al maoísmo y más tarde arrepentido), con una atención al genocidio nazi (Noche y bruma) o la visión colonialista del arte “primitivo” (Las estatuas también mueren), y más tarde Hiroshima (en Hiroshima mon amour, claro), Argelia (en Muriel) o el microclima de los republicanos españoles convencidos que iban a derrocar a Franco desde París (La guerra ha terminado).
Resnais nació en Vannes, Morbihan, en 1922. Desde muy joven se sintió atraído por el cine (a los 14 rodó su primer corto, L’aventure de Guy), y después de cursar estudios secundarios ingresó en 1945 en el IDHEC. Sin embargo, abandonó al año y medio los estudios, sin terminar la carrera, fue montajista para films ajenos, entre ellos varios de documentalistas de primera línea como Nicole Vedrés (París 1900, 1947), Agnés Varda, Francois Reichenbach y William Klein, y comenzó a filmar sus cortos propios. En uno de ellos, Ouvert pour cause d’inventaire (1946) ensayó ya el mecanismo de narración no lineal que sería luego una de sus marcas de fábrica. A ese período pertenece también su vuelco hacia los documentales sobre arte, que constituyen verdaderos ensayos críticos, análisis de la obra de los artistas evocados.
1959 fue el año de la eclosión de la Nouvelle Vague: año más, año menos, por ahí saltaron al largo Chabrol, Godard, Rohmer, Truffaut y varios otros. El éxito de crítica de Hiroshima mon amour, con sus audacias de lenguaje y su entrecruzamiento de temas (la guerra, la memoria) que ya revelaban a un autor personal, colocó en el primer plano a Alain Resnais.
Seguiría allí en su obra posterior, avanzando en la experimentación de lenguaje en El año pasado en Marienbad (1961) y provocando desconciertos en una parte del público. Lo que siguió ha sido una obra rigurosa y coherente, donde cada film es al mismo tiempo una nueva experiencia y la reiteración de ciertas constantes temáticas muy propias. El tema de la memoria, el valor del pasado en función del presente y al mismo tiempo la necesidad y el peligro del olvido para seguir viviendo, la exploración de los mecanismos de la imaginación y el ensueño, la discusión sobre el libre albedrío, unifican films tan disímiles como Guernica y Noche y bruma, Marienbad o La guerra ha terminado, Mi tío de América y Smoking/No Smoking. Falleció el 1 de marzo de 2014, pocos días antes del estreno de su última película.
DIR: Alain Resnais / 94 min.
Francia, Italia 1961.
DIR: Alain Resnais / 81 min.
Francia 1959.
DIR: Alain Resnais / 117 min.
Francia 1962.
DIR: Alain Resnais / 90 min.
Francia 1968.
DIR: Alain Resnais / 119 min.
Francia 1974.
DIR: Alain Resnais / 120 min.
Francia 1980.
DIR: Alain Resnais / 118 min.
Francia 1983.
DIR: Alain Resnais / 120 min.
Francia 1997.
DIR: Alain Resnais / 100 min.
Francia 2006.
DIR: Alain Resnais / 108 min.
Francia 2014.