Con apenas 27 años, había cosechado numerosos premios en festivales como Cannes, Berlín o Gijón con Chico conoce chica y Mala Sangre, dos historias de amores imposibles con constantes hallazgos audiovisuales. Leos Carax llamó la atención con un estilo visual que prefiguraba muchos de los tics del cine posmoderno que estaba por venir. Sus películas consisten en constantes estallidos que los acercan mucho más a la música y la pintura que a la literatura. Quiso filmar Los amantes de Pont Neuf en el famoso puente parisino, pero el ayuntamiento le restringió el permiso a tan solo diez días. Decidió construir una réplica exacta en un pueblo a las afueras de París, convirtiendo la película en una de las más caras del cine francés, donde Carax vertió considerable dosis de creatividad alucinante.
Tras esa explosión pareció tragárselo la tierra. El traumático rodaje de Los amantes de Point Neuf, que se prolongó durante tres años y costó diez veces más de lo previsto, le dejó completamente vacío. En los siguientes ocho años apenas rodó Sans titre. Luego ha vuelto a la actividad con cosas a menudo valiosas, pero para mucho aficionado puede seguir siendo, sobre todo, el autor de las dos películas reunidas en este ciclo.
DIR: Leos Carax / 116 min.
Francia 1986.
DIR: Léos Carax / 113 min.
Francia 1991.