Gabriele vive en un barrio popular de Nápoles y ocupa una cátedra de piano. Una mañana, el cartero llama, abre la puerta y, antes de recibirle, corre a lavarse la cara. En ese corto tiempo, un niño se cuela en su apartamento y se esconde. Cuando Gabriele lo descubre, reconoce en el intruso a Ciro, un niño que vive con sus padres en el ático del edificio. Al preguntarle por qué se ha fugado, Ciro no habla. A pesar de esto, el maestro decide ocultarlo en su casa, enfrentándose en un singular desafío con los enemigos de Ciro.