foto Bugonia

Bugonia

Irlanda, Canadá, Reino Unido, Corea del Sur, Estados Unidos, 2025

Dirección: Yorgos Lanthimos

Guión: Will Tracy. Fotografía: Robbie Ryan. Música: Jerskin Fendrix. Producción: Element Pictures, Fruit Tree, Square Peg, CJ Entertainment, Fremantle Media North America. Elenco: Emma Stone, Jesse Plemons, Aidan Delbis, Alicia Silverstone, Stavros Halkias.

Duración: 118 minutos

Bugonia es una reinterpretación de la película surcoreana Save the Green Planet! (2003), en términos profundamente actuales. Donde el original exploraba los traumas políticos de Corea del Sur, el director Lanthimos y su guionista Tracy trasladan la historia a un presente dominado por la desconfianza hacia las corporaciones, la paranoia digital y la pérdida de fe en las instituciones. Es una película absolutamente moderna, inquietante y necesaria.
Sátira política disfrazada de thriller psicológico, Bugonia comienza como una historia aparentemente absurda: dos conspiranoicos secuestran a una poderosa ejecutiva convencidos de que es una alienígena que planea destruir la Tierra. De a poco, sin embargo, la historia deriva hacia un estudio inquietante sobre la locura, el poder y la verdad.
La película aparece estructurada, bastante nítidamente, en tres actos. El primero es una comedia negra muy divertida, donde las dinámicas entre los personajes resultan grotescas, torpes y ridículamente humanas. En el segundo el tono cambia; la incomodidad crece, el humor persiste, pero se envenena, asoman la tensión y el drama, y la película se adentra en un terreno psicológico cada vez más oscuro. El tercero estalla en un clímax salvaje, impredecible y visualmente impactante.
El toque Lanthimos (El sacrificio del ciervo sagrado, La favorita, La langosta, Pobres criaturas) es inconfundible: su dirección combina frialdad clínica con momentos de insólita ternura. La cámara se mueve con precisión quirúrgica entre la comedia negra y la ciencia ficción paranoide. El director se recrea en la incomodidad: planos largos, gestos contenidos, silencios cargados de ironía, todo parece fuera de lugar, pero en su universo eso es precisamente lo que da sentido a la historia.
El uso del color es especialmente brillante, los tonos verdes y metálicos dominan la paleta visual, simbolizando tanto la obsesión ecológica de los protagonistas como el carácter artificial del mundo que creen combatir. La fotografía combina el minimalismo clínico con estallidos de color. Las localizaciones funcionan como metáforas del enfrentamiento entre lo humano y lo artificial. El montaje juega con la confusión; saltos temporales, distorsiones sonoras y momentos de montaje paralelo que refuerzan el delirio conspiranoico. Lanthimos consigue que cada imagen tenga una doble lectura, el horror y la risa conviven en un equilibrio tan tenso como hipnótico.
El elenco es uno de los puntos fuertes de la película: los dos jóvenes conspiranoicos, interpretados con una mezcla de ingenuidad y delirio por Jesse Plemons y Aidan Delbis, encarnan adecuadamente el desequilibrio entre idealismo y locura. La presidenta secuestrada, interpretada por Emma Stone, aporta el contrapunto; fría, enigmática y quizás no tan inocente como aparenta.

Horarios

domingo 21 de diciembre
19:40