Argentina, 1939
Dirección: Manuel Romero
Con Virginia Luque, Tito Lusiardo, Severo Fernández, Juan José Míguez, Fernando Lamas, Pepita Muñoz, Betty Lagos, Francisco Canaro, Tita Merello.
Duración: 84 minutos
Una década después de La vida es un tango, Romero hizo este film que lo complementa en su descripción de la evolución del género y lo amplía en desencuentros amorosos y peripecias cómicas. Míguez interpreta un personaje vagamente inspirado en Ángel Villoldo y compite con Fernando Lamas por los favores de Virginia Luque, en cuya magnífica voz se suceden los temas que hilvanan la historia del título. Lusiardo, Severo Fernández y Pepita Muñoz aportan el contrapunto cómico –que para Romero era casi imprescindible– a lo largo de todo el relato. Se basa en un argumento aportado por dos consagrados poetas del tango, Francisco García Jiménez y Enrique Cadícamo, y tiene apariciones breves de algunas leyendas del género.
Se exhibe por gentileza del coleccionista Martín Dayan.
En un principio el tango fue inseparable del cine argentino. Los personajes de las ficciones tangueras aparecieron desde los albores del cine mudo y varias orquestas típicas se consolidaron acompañando películas mudas, práctica en la que se inició ante el público un adolescente llamado Aníbal Troilo, en el cine Petit Colón. El primer largometraje argentino con sonido óptico se llama Tango! y el...