Tras un accidente automovilístico, un hombre comienza a tener la tangible sensación de tener un doble. Este excelente, rarísimo y muy poco visto film de misterio paranoide fue el último del gran director británico Basil Dearden (Londres 999, Los vulnerables, Khartoum), que falleció algo después del rodaje precisamente en un accidente automovilístico. Otro notable realizador británico, Bryan Forbes, participó de la producción y la adaptación, aunque sin acreditar. El film se destaca además por el notable trabajo de Roger Moore, que en el momento de hacerlo estaba justo a medio camino entre Simon Templar -el Santo- y James Bond. El relato original del escritor Anthony Armstrong había sido adaptado antes por Alfred Hitchcock para un episodio de la primera temporada de su famosa serie de TV Alfred Hitchcock Presenta.