De noche un hombre tiene pesadillas recurrentes que lo atormentan. Una rápida investigación revela que no son pesadillas sino recuerdos, así que el hombre se empecina en descubrir a quién pertenecen. El film tiene más de melodrama (aunque inusual) que de thriller paranormal: nunca intenta explicar lo inexplicable y se concentra en las repercusiones emocionales que la situación tiene sobre tres personas. En ese sentido, la dirección del veterano todoterreno J. Lee Thompson (Los cañones de Navarone) es directa y transparente, y se apoya sobre todo en el trabajo de los intérpretes principales Margot Kidder (antes de Superman), Sarrazin y la siempre luminosa Jennifer O’Neill. Tiene cierta gracia contemporánea que uno de los personajes se llame Saul Goodman, como el personaje de Breaking Bad y Better Call Saul. La produjo, curiosamente, Bing Crosby.